En la actualidad los hijos de Emilio Cruz y María de la Cal siguen trabajando en esta fábrica de cerámica dándose a conocer sobre todo por el empeño que ponen en que las piezas tengan siempre el acabado mas perfecto, dentro de lo que es la artesanía (difícilmente se encuentran dos piezas iguales).
Gracias al buen trabajo se mantienen los mismos clientes que los padres ya tenían (esto quiere decir algo) hace muchos años. La relación con los clientes es tan buena que ellos únicamente se encargan de hacer su pedido con la confianza de que sus piezas se les entregarán hechas con todo el cariño que todos ponemos en ello, esto quiere decir que el producto final lo comenzamos a cuidar al máximo desde el principio del proceso, con la mejor arcilla, esmaltes, colores, dibujos, limpieza y la mayor dedicación a cada pieza.
Nuestro objetivo es hacer única y exclusiva cada una de las piezas, dándolas una personalidad inigualable con un torno perfecto y una decoración exquisita.
La fábrica de cerámica fue fundada por Emilio Cruz y María de la Cal. Después de trabajar desde niños en este arte, pues sus familias siempre se dedicaron a la alfarería, ambos son hijos de hijos alfareros, en 1968 fundaron Cerámica Cruz, años después comenzaron a trabajar sus hijos y abrieron la tienda de cerámica junto a la fábrica.
Pasado poco más de un lustro abandonaron el sistema antiguo de cocción realizado por horno árabe y pasan al moderno ya con horno eléctrico. En 1977 se termina la construcción del edificio que albergaría el nuevo pintador, hasta esa fecha se encontraba incluido dentro de la tienda.
Un nuevo horno eléctrico se incorporaría a las instalaciones en 1979, se separan las cocciones en distintos hornos para que el acabado final de las piezas sea más fino.
En 1982 comienzan las obras de un nuevo edificio que contendría un almacén-exposición, un secadero cubierto y el nuevo obrador donde estarían los tornos. La obra concluyó en un año. El antiguo edificio de los tornos quedaría ahora como almacén en la planta superior y la planta inferior como reposadero para la arcilla.
Uno de los hornos sería remplazado por otro más moderno en 1985, año en el que se mejoró también el tanque de mezcla de la arcilla, facilitando el proceso de obtención de la misma.
En 1990 se derribaría finalmente el ya inservible desde hacía tiempo horno árabe. En 1999 se cambiaría el otro horno por uno de sistema más automatizado.
Un nuevo almacén-sala de embalaje de mayores dimensiones que los anteriores fue construido en 2002. En este mismo año se introducen productos de molde con aristas cuadrados y nuevas formas, estos productos son esmaltados y decorados a mano. Más adelante se adquirirían las propias instalaciones para obtener estos productos de molde.
En 2006 se añadieron nuevos colores a la paleta para la decoración de los productos, también se comenzaron a usar esmaltes más eficientes y se redujo el uso de otros como el usado para el efecto mate.
El barro utilizado para la fabricación de los productos hasta 2008 procedía de la transformación de la arcilla en las instalaciones de Cerámica Cruz, desde esta fecha se comenzó a incorporar barro transformado en industrias dedicadas exclusivamente a la transformación de la arcilla para productos cerámicos con el fin de mejorar la calidad final de los productos fabricados.
En 2010, por exigencias de los clientes, se incorporó un nuevo barro blanco para la fabricación de algunas piezas de cerámica.
El Puente del Arzobispo, villa monumental, cuna de la cerámica y grandes alfareros desde hace siglos. Este municipio esta situado en la provincia de Toledo, en la zona del valle del Tajo, concretamente en la Comarca de la Campana de Oropesa y Cuatro Villas.
La localidad castellano-manchega destaca por su cerámica, cuyo color tradicional es el verde. Junto con Talavera de la Reinaconstituyen los dos núcleos de población de tradición alfarera de España.
Sin duda alguna, la villa constituye un entramado artesanal y cultural digno de ser visitado, pudiendo disfrutar además de la gastronomía típica de la zona en numerosos restaurantes y bares del municipio.
Puente sobre el río Tajo: el Puente es el monumento principal de la localidad, fue mandado construir por D. Pedro Tenorio Arzobispo de Toledo y Duque de Estrada en el año 1380. El puente es de arquitectura gótica , de piedra granítica y de once ojos. Se encuentra en perfecto estado y aún puede admirarse y cruzarse como hace seis siglos.
Convento de Franciscanos: monumento donde se veneraba a Nuestra Señora de Majano. Fue realizado en el año 1620. Comprendía cinco altares, un retablo mayor, diecisiete celdas para los frailes, dos claustro una cueva y una magnifica huerta.
Rollo- picota: monumento que data del S. XIV, es un monumento gótico labrado en granito, y dividido en cinco partes, actualmente en perfecto estado de conservación: grabas, base, fuste, capitel, remate: este monumento constituye en la actualidad uno de los principales de la provincia.
Molinos de Santa Catalina: Entre los siglos XII-XV. Están construidos a base de mampuesto de granito y con un fuerte mortero de cal componían un edificio de siete cuerpos, cuatro tamajares y hasta once piedras que en tiempos pasados se utilizaban para moler la harina gracias a la fuerza del agua que después constituiría el pan.
Iglesia de Santa Catalina: Virgen y mártir, de estilo gótico y mudéjar. Siglos XIV-XVI. Con torre de campanas renacentista y revestida con azulejos fabricados en la villa, labrada en el S. XVII en buena sillería de granito y remate de bolas.
Ermita de Nuestra Señora de Bienvenida: S. XVI- XVII. construcción distribuida en tres naves, capilla mayor las naves con artesonado y la capilla con bóveda de crucería.
Otras construcciones de interés: Convento hospital de Sta. Catalina, Palacio Arzobispal, viviendas populares, Casa de Diego de Villarroel fundador de S. Miguel de Tucumán, dos palacetes.
Avenida de Toledo, 43
45570 Puente del Arzobispo Toledo (España)